USTED
De pronto me he alejado de la cotidianidad y me alegra.
Hoy me he acercado a otros parajes de la vida que me trajeron algunos hermosos sentires, entre esos usted.
En este andar a la muerte que es la vida, me siento bien acompañado, usted sabe moverse entre mi corazón y mi cabeza.
Cuando apenas hemos levantado la mirada después del golpe del pasado, aparecen estos bellos amores; le pido que crea en mi credo de palabras y acciones, le pido entregue su voluntad y baje los filos de la duda, este amor, es por mucho, el más tranquilo e intenso;
Hay días en los que me siento como cielo azul y otras como paisaje pintado de artista, con montañas repetidas y nubes negras, porque siempre cuesta los días, pero usted tiene de mi las voluntades de mi espíritu, y para su fortuna, mi corazón también.
Pero hoy me siento como árbol florecido, y es usted la sabia de mi madera, la sangre del corazón para vivir, y las flores de este bellisimo sueño.
No se quede con su arrebol encendido en el pecho, no lo haga, hagamos juntos el amanecer y el atardecer, usted con sus soles y yo con mis lunas;
Recuerdeme, y yo apareceré sonriente a su puerta.
La quiero, la quiero, enorme y francamente.
León Sánchez.
Buenos días
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